Me resulta tan común ver a tanta gente desplazarse de un lado a otro ...
Me resulta tan común ver a tanta gente desplazarse de un lado a otro corriendo a velocidades vertiginosas llevando como único fin: dar cumplimiento a una cita.
Una cita de negocios. Normalmente para la gran mayoría de la gente es la más importante, ya que de ella depende en gran medida la llegada de los tan ansiados billetes que ayudan a poder respirar con mayor tranquilidad.
Una cita de amor. Reviste gran importancia sobretodo para los que recién se sienten enamorados y ansían pasar la mayor parte del tiempo al lado de su pareja.
Una cita de amigos. El escape perfecto para dar rienda suelta a los impulsos que el sentimiento de libertad provoca en cada uno de ellos.
Una cita religiosa. La que acompaña a las familias cada domingo y es el lugar indicado donde fortalecen su Fé.
Una cita con el destino. Es sin lugar alguna una de las más atendidas. Representa el encuentro con lo que para muchos ya está escrito.
Y así van pasando una a una cantidad de citas.
Por último, la cita a la que muy pocos quieren atender: La cita con la muerte. Y le dan cualquier cantidad de pretextos para no enfrentarla. Me pregunto: ¿Cuál es el temor que les provoca la idea de abandonar esta vida?
Definitivamente ésta es la última cita donde el tiempo no cuenta. Regístrala donde tú quieras. Total, tarde o temprano tienes que afrontarla. Es la única cita que no admite modificaciones ni cancelaciones.
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