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Hija, muchas gracias por regalarme tantas satisfacciones en mi vida ...
Agosto 12 de 2006
Yayita, mi querida hija:
Seguramente al leer éstas líneas estarás a no sé cuántos cientos de kilómetros de distancia de casa, con la emoción de comenzar otro ciclo más en tu exitosa vida.
Hijita quiero decirte tantas cosas al mismo tiempo que se me traban los dedos en el teclado y hacen caso omiso de la orden que les dictan mi cerebro y mi corazón; sin embargo haré un esfuerzo mayor para lograr mi propósito.
Comenzaré por decirte lo orgulloso que me siento de ti, porque a pesar de los obstáculos que se te presentaron no doblaste las manos y mucho menos te diste por vencida. Siempre tuviste en tu mente la idea clara de llegar a la meta, y mira de qué forma lo hiciste!!! Felicidades hijita.
Ahora viene una parte muy importante en tu vida: poner en práctica todo aquello hermoso que aprendiste día con día y estoy plenamente seguro que lo harás de una manera súper profesional, desbordando tanto amor y paciencia, cualidades que recibiste de Dios desde el día en que naciste y que fuiste forjando hasta hacerlas muy tuyas. Nunca olvides que siempre es mejor dar que recibir.
Peri, me has regalado tantas satisfacciones en esta vida que me siento muy afortunado de tener una hija tan maravillosa como tú, El paso de los años de repente tomó cada vez más velocidad y mira ahora, ya eres toda una Licenciada en Terapia Física con un enorme futuro que desde ahora estás construyendo y en el que poco a poco irás cosechando grandes logros producto de tu trabajo honesto y responsable.
Siento una inmensa alegría de saber que ahora comienzas el camino profesional que tú elegiste. Te admiro muchísimo por aceptar el reto de abrirte paso lejos de casa, lejos de los tuyos, en una ciudad llena, por ahora, de desconocidos. Pero también sé que tu facilidad de adaptación pronto hará olvidar esta situación y sabrás adaptarte a ellos, a su clima y costumbres
Por otro lado poco a poco me estoy haciendo a la idea de que llegó el momento de tu partida, el momento en que tus alas ya adquirieron la suficiente fuerza para poder volar y cruzar los caminos que forman parte de tu proyecto de vida.
Hijita, te amo tanto que ahora que vas a estar físicamente lejos de mí comprendo lo mucho que te necesito; voy a extrañar las pláticas que teníamos y en las que compartíamos pasajes de nuestras vidas e intercambiabamos experiencias. Y las risas que se dibujaban en nuestros rostros producto de nuestras ocurrencias. Y no sé cuántas veces me abriste los ojos haciéndome ver mis errores y en otras tantas escuchar tus palabras de aliento.
Todos esos momentos maravillosos han quedado atrás, ahora los llevo guardados dentro de mi corazón como los tesoros más valiosos que realmente me pertenecen y que estarán presentes en cada uno de los días que me restan de vida.
Te prometo hijita que pondré todo lo que esté a mi alcance para no permitir que la distancia que ahora nos separa sea factor para olvidarte.
Yo también quiero seguir mirando siempre hacia delante, no voy a claudicar, mucho menos voy tirarme al enorme vacío que conduce al camino del fracaso. Gracias a Dios tengo motivos muy grandes en cada uno de ustedes mis adorados hijos y conseguiré enriquecer mi vida en todos los aspectos, aún cuando esto represente partirme en mil pedazos. El objetivo desde ahora me queda muy claro: Retomar el camino del éxito. Y lo voy a hacer !!!
Bueno hijita, me despido con la certeza de saber que aún tenemos muchos momentos por compartir juntos, de sumar a nuestros baúles hermosas experiencias que nos acompañarán en este bello peregrinar por esta hermosa aventura llamada vida.
Pido a Dios bendiga cada uno de tus días y en cada mañana ilumine tu camino con esa Luz Divina que te permite sentirte en paz con Él, contigo y con tus semejantes.
Y al caer la noche, te dé las fuerzas necesarias para aplaudir y reconocer tus logros, así como el valor de saber reconocer tus errores y encontrarles solución.
Yayita, cada mañana con el primer rayo de sol que sientas en tu cuerpo, sabrás que estoy allí presente enviándote todo mi amor. Hijita te amo.
Papá.
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