A punto de volar
La nostalgia desde hace unos días
ha venido a acompañarme, siento como si con su presencia quisiera hacerme
recordar todos los momentos que he vivido en este bendito suelo que me vió
nacer.
De repente la película de mi vida
da vueltas y más vueltas en mi cabeza, aparecen recuerdos de mi niñez, cuando
solía jugar y entretenerme con los chicos de la colonia. Jugábamos de todo, no
había aparatos electrónicos, ni celulares, ni Ipods. Nada de eso. Pasábamos el tiempo
jugando, corriendo, riendo y haciendo todo lo que un niño de aquél entonces era
capaz de imaginar teniendo como escenario natural las calles de la ciudad.
Hoy la película ha dado un gran
giro; vienen a mi mente los proyectos de vida que pronto comenzaré a escribir
en un entorno muy distinto al que he vivido durante todos éstos años. Me
imagino los bellos paisajes en un lindo atardecer, o los colores intensos que
se aprecian en la orilla del mar.
Nuevos retos aparecen impacientes
como jurado calificador que tienen como misión evaluar mi crecimiento y poder
de adaptación a lo nuevo que en mi vida se vislumbra.
No siento temor alguno ante el
cambio, por el contrario, tengo mucha confianza en alcanzar los objetivos que
me he trazado.
Adiós a mi tierra natal, adiós a
los amigos que me apoyaron incondicionalmente, adiós a los amores que iluminaron
mi vida, adiós al pasado que me formó como hombre.
Tal vez en algún otro momento de
mi vida, vuelva a cruzarme con aquéllas personas a quienes hoy les digo adiós.
Adiós a todos, adiós …
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